13 Abr 2023
La bella y el charro cantor
Esta pareja emblemática fue amada por muchos y hasta la fecha es recordada, se trata de María Félix y Jorge Negrete, el tórrido romance del mítico cantante y actor mexicano con la diva del cine, duró menos de lo que sus fans hubieran querido, los famosos se conocieron en 1943 durante el rodaje de la película ‘El peñón de las ánimas’, y aunque creas que todo fue miel sobre hojuelas, la historia es muy distinta.
Del odio al amor
En aquel momento, María Félix no era tan famosa como él y, según cuentan, Negrete le hizo varios desplantes, en una ocasión, él dijo: “¿Y está con quién se acostó para que le dieran el papel? A lo que le ella contestó: “Usted debe saber, lleva más años en el negocio”.
La actitud prepotente en una mujer en los años 50’s frente a un charro mexicano era un acto de total rebeldía, “La Doña” siempre se caracterizó por tener un carácter fuerte y eso no le gustaba a Jorge.
Negrete consideraba a María demasiado novata para aquel papel, quería que Gloria Marín, su pareja en aquellos tiempos, tuviera el protagónico.
Sobre este episodio, María habló en una entrevista para Iván Trujillo, publicada el 4 de junio de 2020 por Filmoteca UNAM: “Hubo muchos conflictos, porque desde luego que no me plegué a todas las cosas que Jorge Negrete inventaba para que yo hiciera. Él se sintió un poco como que también podía dar órdenes y dar sus sugestiones de cómo debía yo hacer las cosas y yo no me dejé”, aseveró Félix.
El reencuentro
Pasaron diez años para que se volvieran a ver, “La Doña” y el actor coincidieron en septiembre de 1952 en el legendario Hotel Regis de Avenida Reforma, él ya había terminado su relación con Morín y la química entre ambos fue casi instantánea.
Cuando volvieron a verse Negrete ya era un hombre más tranquilo y no tenía esa personalidad altanera que lo caracterizaba, de acuerdo con el actor Arturo Delgadillo, Jorge habría comenzado su romance con La Doña por motivos de despecho, aunque nunca se supo la verdad de su relación.
En 1996, María Félix habló en una charla para el programa ‘La tocada’, el cual era conducido por Verónica Castro, en esta entrevista, Félix dijo que ella no vivía en el paso y describió a Negrete como un macho con palabras de amor.
“Es el pasado, yo con el pasado no cuento”, comentó la diva al ver un retrato junto a su exesposo. “No, no, no, porque es muy duro el pasado. Hay muchas cosas que vienen. Jorge Negrete fue un momento y ya pasó. Dejó la música, era un buen hombre, es que él era macho con palabras de amor; que es diferente”.
Una boda muy mexicana
Fue el 18 de octubre de 1952 cuando contrajeron nupcias, la boda se convirtió en uno de los eventos sociales más sonados de la Época de Oro del cine mexicano, incluso se transmitió en vivo por radio.
El país entero se paralizó para escuchar todos los detalles del enlace que fueron retransmitidos, tanto la ceremonia como la posterior celebración se realizaron en una de las propiedades de “La Doña“, en la llamada finca Catipoato, ubicada en la calle Matamoros número 1 de la alcaldía Tlalpan, un lugar excepcional que tenía una vista panorámica de la pirámide de Cuicuilco.
María Félix, “La Doña” confesó que le puso el nombre de Catipoato porque significaba ‘casa de la felicidad’ en tarasco, lengua perteneciente a un grupo indígena del estado mexicano de Michoacán.
La fiesta fue un homenaje a lo mexicano, al color rosa, a los trajes de charro, los enormes arreglos florales, el mariachi y el tequila, señala la autobiografía de la diva, ‘María Félix: todas mis guerras’. Uno de los detalles importantes de la invitación es que se pedía a las mujeres que utilizaran vestido y rebozo, para los hombres era obligatorio el traje.
Como la diva que era, María Félix llegó a la boda montada en un Cadillac que la había trasladado hasta allí desde el Hotel Regis, lució un vestido rosa que había sido confeccionado por uno de los diseñadores más importantes de la época, Armando Valdés Peza, mientras tanto Jorge Negrete la esperaba vestido con un traje de charro en tonos marrones.
La crema y nata de la sociedad asistió al mítico acontecimiento
Entre los invitados se encontraban personalidades como: Diego Rivera, Frida Kahlo y Octavio Paz, Salvador Novo, Pepe Alvarado, Gregorio Valenstein, Julio Bracho, además de políticos y colegas.
Dolores Olmedo, Domingo, Fernando y Andrés Soler, Luis Aguilar, Fernando Soler, Emilio El Indio Fernández y Columba Domínguez, Miroslava Stern, María Elena Marqués, Queta Lavat, fueron algunos de los actores que asistieron a la celebración.
El menú consistió en platillos como: enchiladas, mole poblano, quesadillas y tacos de huitlacoche, la prensa reportó que también hubo barbacoa, carnitas, chicharrón y tequila, algunos licores extranjeros y aguas frescas, de horchata y jamaica.
Al final de la boda Jorge Negrete no pudo resistirse a entonar algunas canciones para amenizar la velada. Los recién casados disfrutaron de su luna de miel en Chapala, Jalisco, en el Hotel Nido, y María Félix recibió de manos de Negrete un impresionante regalo: un lujoso collar de esmeraldas.
Un amor breve pero legendario
Aunque los fans esperaban que la pareja hubiera estado junta más años, la muerte sorpresiva del “Charro” cambió sus vidas, tristemente un año después de la boda, Jorge Negrete falleció, dejando viuda y sumida en una gran tristeza a la diva mexicana.
Negrete se encontraba en Los Ángeles en el momento de su fallecimiento. Mientras asistía a una pelea del boxeador mexicano Raúl Macías, se le reventó una de las varices del esófago y estómago, fue trasladado al Hospital Lebanon Cedars, donde permaneció en coma durante varios días.
El último adiós
María no se encontraba con él cuando ingresó al hospital, pues estaba trabajando, fue hasta el 4 de diciembre de 1953 cuando finalmente vio a su esposo, pero lo encontró en estado de coma.
Cuando llegó, “La Doña” le dijo a su amado: “Negro, aquí estoy”, y como por milagro, el “Charro” abrió los ojos, aunque no pudo hablar, María relató en su libro autobiográfico, que la vio con agradecimiento y volvió a cerrar los ojos. Ella no se separó de él hasta que dio el último suspiro, el 5 de diciembre de 1953.
Este día fue considerado luto nacional y se guardaron cinco minutos de silencio en todos los cines del país, en el aeropuerto de la Ciudad de México se congregaron cerca de 10 mil personas para recibir su cadáver y el día de su entierro, una valla humana bordeó el trayecto del Teatro de la Asociación Nacional de Actores (hoy Teatro Jorge Negrete) hasta el Panteón Jardín, al sur de la Ciudad de México.
En un video documental se recuperaron varias imágenes del homenaje que se hizo al actor, en las imágenes se puede ver a María Félix visiblemente afectada. "¡Nunca pensé regresar a México así, con esta pena tan honda que me está matando!" dijo la actriz en el teatro de la Asociación Nacional de Actores, donde se realizó un homenaje a su esposo: “Amor, ¡yo te quiero y no te olvidaré nunca!”, dijo ella, según recoge el creador de contenido “El Historiador”.
