Las familias celebran a las mujeres en sus vidas, que los han cuidado, apoyado y criado. ¿Quién dijo que educar es una tarea fácil? Sin duda alguna, las madres mexicanas lo han sabido hacer y ¡muy bien! Si hay algo que distingue a una madre mexicana, son ese conjunto de “frases típicas, célebres y por qué no, folklóricas” utilizadas, sí aceptémoslo, en su mayoría para regañar u ordenar algo. Al parecer sus sabios conocimientos se han transmitido de generación en generación; frases con mucho humor, sarcasmo y una pizca de ironía que nos remontan a la infancia.

Aquí les dejo algunas frases típicas que revivirán recuerdos y que pueden servir de inspiración a nuevas generaciones. Ser una madre así o tener una madre así…

• ¡Porque soy tu madre y punto!

No hay cabida a discutir ni a “repelar”, te callas y punto final.

• Y si lo encuentro ¿qué te hago?

Cuidadito con no buscar bien que, si lo encuentra ella, para qué te cuento…

• Ya tendrás a tus hijos. Cuando seas padre ¡verás lo que es bueno!

Sin temor a equivocarnos, este top 3 podrían ser las más sonadas y no nos queremos quedar cortos, ya que una madre puede tener alguna frase Ad hoc para cada situación:

• Para recordarte la importancia de la buena comunicación:

“Me tienes con el Jesús en la boca ¿qué no conoces el teléfono?”

•Para consolarte después de algún malentendido:

“¿Quién te manda a andar de cabrón?”

• Para fomentar la convivencia en familia:

“Al rato que llegue tu papá vamos a ajustar cuentas”

•Para promover la ley del mínimo esfuerzo:

“Si corres te va a ir peor…”

•Para que aprendas el valor simbólico de los objetos:

“¿Me vas a hacer ir a buscar la chancla?”

•Para poner las cosas en perspectiva:

““No sabes ni lavar calzones y ya quieres andar de novio”

•Para que te acabes la sopa:

“Se me hace que a alguien no le van a traer nada los Santos Reyes”

•Para que no te acabes la sopa:

“Tragas como pelón de hospicio ¡qué bárbaro!”

•Para iniciarte en el conocimiento herbolario mexicano:

“¡Te encargué cilantro!”

•Para que sepas que la limpieza es más importante que el libre tránsito:

“No pases que acabo de trapear.”

•Para enseñarte que hay formas sutiles de decir las cosas:

“¿Qué a tus amigos no los quieren en su casa?”

•Para demostrarte que las enfermedades son más que virus y bacterias:

“No andes descalzo que te vas a enfermar”

•Para recordar tu dependencia económica:

“Cuando tengas tu casa podrás hacer lo que se te pegue la gana”

•Para apelar a la intervención divina:

“¡Pero hay un dios que todo lo ve!”

•Para demostrarte que nadie es indispensable:

“¿Verdad señor que usted se lleva a los niños que se portan mal?”

•Para inculcarte buenas maneras:

“¡Saluda bien!”

•Para reforzar el statu quo en la casa:

“¿Me estás avisando o me estás pidiendo permiso?”

•Para enseñarte que hay asuntos que es mejor tratar en privado:

“Ahorita que lleguemos a la casa vas a ver”

•Para que entiendas que cuando tú vas, ella ya viene:

“Tú crees que yo nací ayer, ¿verdad?”

•Para recordarte el valor de las matemáticas:

“Te voy a contar hasta tres…”

•Para ejercitar tu memoria:

“¿Cuándo te di permiso?”

•Para enseñarte buenas maneras:

“¡No me voltees los ojos que te surto!”

•Para que aprendas lo que es planificación familiar:

“No vayas a echar a perder tu vida por una calentura”

•Para que entiendas que a veces las cosas sólo se pueden poner peor:

“Síguele y te voy a dar razón para que llores”

•Para demostrarte que nunca buscas bien las cosas:

“Si voy y lo encuentro ¿qué te hago?”

•Para demostrar tu inutilidad:

“¿Qué va a ser de ti el día que yo falte? ¡No sabes ni freír un huevo!”

•Para que aprendas a valorar el silencio:

“¡Cuidadito me respondas!”

•Para que aprendas a argumentar mejor:

“Y si Chuchito se tira a un pozo, ¿te vas a tirar tú también?”

•Para enseñarte que hay casos en los que la lógica no aplica:

“¡Si te digo que no es porque no!”

•Para reclamar atención:

“¿Y ese milagro que te acuerdas de que tienes madre?”

•Para que nunca olvides esos pequeños detalles:

“¿Y mi beso?”

•Para enseñarte el buen uso de las metáforas:

“¡A ver si ya limpias tu chiquero!”

•Y para que recuerdes que eres el centro del mundo:

“Y a mí que me importa lo que hagan los demás, a mí me importas tú…”

•Para que te des cuenta que ella SÍ puede ver el futuro:

“Me lo vas a agradecer cuando seas grande”

Seguro que has de haber agradecido más de una de estas frases llenas de sabiduría y que en muchos casos ya hasta las utilizas como frases propias, lo importante de la fecha es agradecer y consentir a nuestras madres, porque madre solo hay una.