Inicialmente, la petición era para celebrarse el 5 de junio, pero las autoridades la aprobaron para el tercer domingo de junio. La fecha comenzó a adquirir popularidad en la Unión Americana y en 1966, el presidente entonces presidente, Lyndon B. Jonhson, proclamó esa fecha como “Día del Padre”.
En México, el Día del Padre comenzó a celebrarse en la década de 1950 en los centros escolares con el fin de reconocer la paternidad en las familias y la trascendencia que tiene en la construcción del tejido social.