En cama e inconsciente, Pedro se soñaba en un lugar apacible, un bosque muy singular, en el que veía el cielo azul, árboles, nubes, rocas y había sonidos de animales, se sentía feliz y no experimentaba ningún tipo de dolor, sin embargo, al tiempo caminar por ese bosque, de repente todo lo que lo rodeaba cambió y comenzó a tomar forma de extrañas criaturas que él no reconocía, nunca antes había visto algo similar.

Dentro de los animales que vió, recuerda a un burro con alas, un gallo con cuernos de toro, un perro con cuerpo de león, entre otras extrañas criaturas, que gritaban, repetían una y otra vez la palabra “¡alebrijes! ¡alebrijes! ¡alebrijes!”. Pedro siguió andando por el camino que formaban esos extraños seres, hasta que pudo reconocer una figura humana, a la cual le preguntó la manera de salir de ahí. La persona le respondió que no debía estar ahí, no era el momento y le señaló la dirección, Pedro corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a una pequeña ventana que atravesó con mucha dificultad, en ese momento recobró la consciencia.

Al momento en que Pedro despertó se vio rodeado de sus hermanas, familiares y amigos que rezaban alrededor de su cama, lo consideraron un auténtico milagro.

Tiempo después y con mejor salud, Pedro comenzó a recordar el sueño que tuvo y a los seres que lo acompañaron durante su camino a lo que podríamos considerar el inframundo. Fue entonces cuando tomó la decisión de darle vida y representarlos con la técnica que ya dominaba con el cartón y papel mache, para que su familia y todas las personas conocieran a éstos animales fantásticos a los que llamó “Alebrijes” (como ellos mismos se nombraron).

Sus primeras creaciones eran tan terroríficas que las personas no querían comprarlas, algunas de éstas primeras piezas las compraron Diego Rivera y Frida Kahlo, quienes desde entonces se volvieron seguidores de su trabajo, y no dejaron de solicitarle éste tipo de trabajos a Pedro Linares, revolucionando la cartonería y el arte popular. El alebrije es junto con el arte huichol, una de las manifestaciones de arte popular más famosas en México, paradigmas del arte surrealista mexicano.

Conforme fue mejorando la técnica y las figuras fueron menos espeluznantes, los alebrijes adquirieron fama en todo México y su conocimiento se amplió en escenarios internacionales después del documental que realizó la cineasta Judith Bronowski en 1975. La artesanía se introdujo en Oaxaca en la década de los 80's, gracias a un taller organizado por la cineasta a partir de los diseño de Pedro Linares, en ese momento la técnica de cartón se adaptó al tallado de madera de copal (que era mejor dominado por los artesanos de la región, San Martín Tilcajete y San Antonio Arrazola), naciendo los famosos Alebrijes de Oaxaca, nombre que comparten con su equipo de fútbol.

Don Pedro Linares tuvo la oportunidad de mostrar su trabajo a millones de personas, tanto en México como en el mundo, gracias a invitaciones a diversas exhibiciones. A lo largo de los años los alebrijes se han convertido en una tradición popular heredada a toda nuestra cultura. En 1990, su creador recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría Artes y Tradiciones Populares.

A la edad de 86 años, en 1992, Don Pedro Linares dejó éste mundo, pero estamos seguros que se reencontró con los alebrijes que 55 años atrás le hubieran acompañado en su camino al otro mundo. Ahora, sus hijos y nietos (además de miles de artesanos) continúan con la elaboración de éstas extraordinaria piezas mexicanas.

Debemos aclarar que los Alebrijes, tradicionalmente, no están relacionados con la celebración de Día de muertos, como lo vimos en la participación de los alebrijes de “Coco”, la película de Disney Pixar. Pero fué un extraordinario homenaje y gran representación de lo que hemos adoptado los mexicanos como nuestros guías espirituales.

Hoy en día, las artesanías de alebrijes más representativas son las de Oaxaca, en donde trabajan con las figuras de los tonas, los 20 animales que representan el calendario zapoteco, y el “nahual”, animal protector fusionado con humano que define la personalidad basada en el año y día de nacimiento. Estas obras han sido expuestas en el Smithsonian (Museo Nacional de los Indios Americanos, en Washington); en el Museo Nacional de Arte Mexicano (en Chicago); en el Museo del Vaticano; en España, India, Japón y muchas otras ciudades. Si buscas adquirir una artesanía de alebrije, original de Oaxaca, puedes visitar San Martín Tilcajete o San Antonio Arrazola.

Actualmente, el Museo de Arte Popular organiza año con año el “Desfile de Alebrijes Monumentales” en la CDMX (basados en la creación original de Pedro Linares), donde hay una exhibición y desfile de alebrijes de hasta 4 metros de altura, acompañados de los alebrijes iluminados, artesanos de todo el país pueden participar con sus creaciones. Dicho desfile se ha venido realizando desde el 2007 y se organiza para los días de Octubre, se otorga premio para los mejores alebrijes, los más originales y llamativos. Lamentablemente debido a la pandemia por Covid-19 el desfile del 2020 se canceló pero esperamos que la tradición capitalina se retome para el 2021.

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