Mientras que en la mayoría de los países se ataca como una plaga, en México es un ingrediente preciado exótico y muy valorado, un manjar que se consume desde tiempos prehispánicos. Es por esto que el huitlacoche se encuentra muy arraigado en la cultura culinaria mexicana.
En los últimos años se ha convertido en un sofisticado ingrediente entre los chefs más reconocidos, a tal punto que ahora se considera un producto gourmet y esta fama se ha extendido a cocinas internacionales y ahora es un producto de exportación. Esto ha influído también en su valor comercial y precio, pues el costo de una mazorca infectada con huitlacoche incrementa su valor hasta un 200% en comparación con una mazorca sana.
Así como el pulque es la bebida de los dioses, el huitlacoche es conocido como el alimento de los dioses, aunque no se tiene información precisa del momento en que se empezó a consumir se cree que ha sido alimento de los mexicanos desde la época prehispánica. Las referencias más antiguas aparecen en los textos de Fray Bernardino de Sahagún en 1519, en los cuales se define al cujtlacochi (nombre náhuatl del hongo) como una enfermedad del maíz que provenía de los dioses. En siglos posteriores, se comienza a definir como un alimento de ocasión para los campesinos pobres.